Papa (1342-1352). Su papado estuvo muy influido por los intereses franceses. Nombró cardenales casi exclusivamente a franceses y compró Aviñón a Juana de Nápoles (1348). Protegió a Petrarca
(Florencia, 1478-Roma, 1534) Papa (1523-1534). Tras haber sido secretario de Estado, ocupó el solio pontificio a la muerte de Adriano VI. El pontificado de Clemente VII se caracterizó por su honestidad personal y por su voluntad de mantener la independecia papal frente a la monarquía hispánica, así como por la eclosión de la Reforma luterana, que se extendió por Europa y acabó provocando la ruptura con Enrique VIII de Inglaterra. En 1527 se vio forzado a huir de Roma ante el avance de las tropas imperiales amotinadas, que sometieron a la ciudad a un espantoso saqueo (saco de Roma). A pesar de su alianza con Francisco I de Francia, el Papa no pudo evitar la supremacía en Italia del emperador Carlos I, y se vio forzado acercarse a éste ante los saqueos de Barbarroja y el creciente poderío de los turcos, paradójicamente aliados de Francia